viernes, junio 20, 2008

¿Queremos decidirlo entre todos?

Dentro de las incesantes (y a mi parecer cansadas) pláticas/debates sobre la reforma petrolera, en más de una vez el PRD ha postulado la idea de hacer una consulta ciudadana para que el "pueblo decida lo que mejor le conviene". Y además del PRD, este tema también ha sido propuesto por diversos especialistas en la materia como una forma de desatorar las cosas.

Dejando de lado la conveniencia para el PRD de esta propuesta (¿por qué temas igual de polémicos, como la legalización del aborto no se consultaron igual?), yo encuentro muy poco práctica la consulta de este tipo de temas (sumamente estratégicos) a la opinión pública.

Para empezar, creo que conviene revisar a profundidad la razón de ser del gobierno, congreso y demás órganos gubernamentales. A mí parecer, el gobierno tiene dos funciones primoriales, coordinar las acciones de todos para lograr un mayor beneficio para todos, y la protección del débil contra el fuerte. Si lo vemos desde este cristal, podemos ver como cualquier acción del gobierno, como creación de infraestructura, la recolección de impuestos o la administración de la justicia siguen por lo menos uno de estos dos preceptos.

Y sí tomamos este punto como cierto, entonces el hacer una consulta pública, ¿no sería tomar en nuestras manos una responsabilidad que todos le entregamos al gobierno y representantes? ¿Realmente queremos esa responsabilidad?

El segundo tema tiene que ver con la capacidad que tenemos todos para decidir que es lo mejor para todos. El tema de Pemex (y esta situación se repite para casi cualquier tema gubernamental) es un tema complejo, donde intereses de todo tipo están involucrados, buscando tanto beneficios para la nación, como personales. Ante temas tan complicados, y de tal influencia para el presente y futuro de nuestro país, ¿realmente estamos todos preparados para tomar esa decisión?

Este comentario es en cierta forma elitista, pero siendo objetivos, ¿los adultos de todos los municipios del país realmente están en condiciones para responder a esta pregunta? ¿Realmente queremos arriesgar el futuro de nuestro país a lo que hoy digamos todos? Seamos sinceros, si a un niño le ofrecemos un kilo de dulces para que se lo coma hoy, ¿cuántos van a negarlo, argumentado que eso les puede ocasionar diabetes juvenil? Yo creo que ninguno.

No me malentiendan, yo considero que la existencia de un debate público sobre el petróleo es muy beneficioso, y el que se involucre a políticos, al sindicato y a expertos del ramo (incluso los extranjeros) sin lugar a duda genera un debate mucho más provechoso. Pero por lo menos yo, como mexicano, prefiero a que esta decisión la tome la gente que se dedica a eso, y no todos los demás. A final de cuenta, zapatero a tus zapatos ¿no?

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